Soplo de aire fresco y retozón, capaz de avivar conciencias, de aliviarnos de “cosas calientes” y “altas presiones” es Viento Jíbaro. VJ recoge la herencia cimarrona y la mística aborigen, dispersas en kilobytes de memoria olvidados por la gente y ocultados por los poderosos…VJ gusta de la información, de la palabra que no es de nadie y es de todos, pues su fluir sin trabas es vital en la hora actual de Cuba y el mundo… pues sólo los interesados en dividir pueblos y perpetuar sus dominaciones temen al verbo libre y no pensamos dejarles corromper, con su monopolio, la voz plural y amorosa de los pueblos.

jueves, 22 de julio de 2010

Contra el silencio de la flecha (primera parte)

Fotomontaje de La Maga
Versión resumida del ensayo homónimo de Ramón García Guerra. 
(Ver íntegro en: A las barricadas)



Cuando nos echamos sobre el camino que conduce a Roma,
¿no sería un error el decir: “Hemos llegado a Roma”?

Raúl Hernández Novas


I. Destino, camino, laberinto.

Durante las últimas dos décadas cinco generaciones de cubanos han enfrentado un difícil “período especial”. La condición de sobremodernidad de la sociedad (Marc Augé), durante este período, acabaría por ser impuesta en la vida cotidiana. Durante la década de 1990 se multiplicaron los espacios sociales, se aceleraron los sucesos históricos para la sociedad. Entonces la vida cotidiana se virtualizó. Desde el e-mail hasta el DVD, desde el sector turismo hasta el status PRE, del dólar USD hasta la tarjeta de crédito… la sociedad se convirtió en un laberinto de espejos. Pero esta sociedad ahora virtualizada se superpuso a otra fragmentada desde la década de 1970. Calidoscopio que produjo vértigos. Exactamente eso: una realidad inconmensurable y aleatoria extrema.
Pero esta era apenas una historia que llegaba a su final. Durante la década de 1960 los cubanos vivieron al límite de lo posible. Desde la crisis de los misiles hasta el sino chino-soviético, desde la lucha contra bandidos hasta la Ofensiva Revolucionaria del ´68, desde el sectarismo de las ORI hasta el proceso de la Dolce Vita, desde el affaire Urrutia hasta la Zafra de 1970… La política se hizo familiar. Cuando lo colectivo se sublimó el destino se convirtió en lo decisivo. Pero vino detrás otra generación que descubrió las grietas. Espacios en blanco entre retórica y realidad, entre campañas y sinsentidos, entre premios y castigos. Palabras como “cambio”, “alternativa” entonces resultaban términos obscenos. Los rituales nos dejaron sin sentidos. Las utopías se quedaron en silencio. Entonces una nube oscura cubrió la tarde. Como hojas lanzadas al viento nos echamos a andar en la noche. Llegamos al amanecer casi desnudos. Ya no había ni destinos ni caminos por delante, sino un denso laberinto que nos regresaba al lugar de partida… una y otra vez. Faltándonos amores reales nos inventamos otros amores falsos. Perdimos el contacto con la “realidad”. (Clínicamente, esto es la locura.) Felizmente no colapsó la sociedad. El tejido social se reconstruyó sobre otras bases. Pero sobre las cabezas de los cubanos “digitalizados” siguió flotando el Estado “analógico” de antaño.

Un análisis histórico-social de la sociedad -según Castoriadis- nos estaría revelando el magma de significaciones sociales que, como imaginario radical, corre de fondo. La cosa nos resulta más simple al considerar el estado de diglosia de la sociedad. La mitad de los ingresos que espera obtener el Estado en 2010, por ejemplo, serán obtenidos sobre las remesas que estarán llegando desde el exterior. Calculamos que la economía oficial pudiera ser dos tercios de la economía sumergida, pero seguimos actuando como si no existiera más que una economía. La sociedad creó un modelo autosostenible de economía sobre el cual especula el Estado: tomando impuestos directos (20%) e indirectos (triplicando los precios de costos de los productos), así obtiene el dinero suficiente para postergar el fracaso de la agricultura (anualmente: 570 millones de dólares).

Infelizmente Marx criticó la Filosofía de la Miseria (1844) de Proudhon, considerado por muchos el “padre del socialismo francés”. (Demasiado alemán Marx para entenderlo.) La cuestión se mantiene hoy mismo: ¿Socialismo es sinónimo de precariedad? Marx habló del período que mediaría entre el capitalismo y el socialismo como etapa “grosera y vulgar”, donde los marcos estrechos del derecho burgués no habrían sido superados. La imagen que sobre el socialismo colmó los espíritus de las multitudes en noventa años se redujo a sacrificios infinitos que un día serían premiados con un mundo de abundancias que además acabarían por liberar a la humanidad del yugo capitalista. Completamente discutible esa visión sacrificial de la vida humana, pero más discutible aún sería la política de precarización del sentido ético-social de la existencia de estas sociedades. Entonces se hizo de la pobreza una virtud que defender. La carrera por el desarrollo en que se involucró casi todo el campo socialista a finales del siglo XX, iría por aquellas metas sin discutir la alienación que contenían las mismas. La batalla se dio en el terreno del enemigo que, a propósito, lograba darse un rostro humano con cierto socialismo evolutivo.

En la parte II de este ensayo (no incluida en el presente resumen) se ofrece una descripción del proceso histórico cubano en las últimas cinco décadas desde tres ángulos al menos: a) Las utopías del Estado cubano en dicho período; b) El cuadro de opciones de vida que se ofrecía ante el pueblo en cada etapa y c) El radical desarme de la sacralidad del ancien régime. Entretejidos estos temas pueden ser mostrados como líneas que sinteticen la lógica del proceso:

  • Los planes de diversificación de la economía (1960-1963) exigía una movilización amplia y sostenida de toda la sociedad. Pero faltó el soporte institucional para realizar tales planes. El fracaso se expresó en un racionamiento del consumo familiar (1962).
  • La ideología nacionalista condujo a la primarización de la economía (1966-1970). La situación creada significó un ambiente social asfixiante para las clases medias que administraban el país y esto catalizó su éxodo masivo (1966).
  • La política de desarrollo (1965-1970) -basada en el esfuerzo agrícola nacional- tuvo su momento de clímax durante la zafra de 1970. Entonces lo que fracasó fue toda una concepción del desarrollo.
  • La estrategia de industrialización adoptada (años 70s), dotada de financiamiento y mercados, resultó en una criminalización de la pobreza. La solución sería una exportación del fracaso. La retórica política del internacionalismo pro(le/pie)tario se convirtió en realidad efectiva.
  • La ideología obrerista facilitó una tecnocratización de la sociedad que, por ejemplo, más tarde permitió una negociación de la Deuda Externa a espaldas de la soberanía popular. La crisis migratoria del Mariel resultó el colofón de esta aventura.
  • La salida fue más de lo mismo. Entonces se mercantilizó la sociedad. El proceso de rectificación adoptó como estrategia la endogenización del desarrollo que, en principio, comenzó por redireccionar a la economía. La política era hallar un punto medio.
  • El patatús del socialismo real dejó sin tiempo para más a la clase política en Cuba El estado de emergencia nacional (1991-1994) condujo a la dolarización de la economía, así como a la privatización de los destinos. (Incluida la crisis migratoria externa de 1994.)
  • La táctica de recuperación seguida (1996-1998) logró la rearticulación del nuevo equilibrio de fuerzas que aseguraba el estado de certidumbre necesario para operar la economía. Corolario de esta política fue la hedonización de la vida cotidiana de la sociedad.
  • Esta política se convierte después en contraofensiva sin discutir el equilibrio de fuerzas anterior (2001). Llegará la Era Soberón (CUC). Política de combate a la pobreza –usando los ingresos de la población-- bajo criterios asistencialistas y estatistas de dirección.
  • Alerta del compañero Fidel Castro (2005) sobre la reversibilidad del régimen socialista cubano. La falta de radicalidad de esta política hace expedito un reformismo ortodoxo (2007) que acabará por fracasar (2010).

Continuará…

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